Ahora que está próxima la Navidad y sabemos que vamos a tener unos días en los que las calorías diarias se nos van a ir un poco de las manos, no está de más que nos planteemos comer un poquito más saludable durante este mes para que nuestras digestiones sean menos pesadas. Por eso, esta vez traemos una receta sin grasas ni proteínas animales y saludable, perfecta para la hora de comer. Allá vamos:
¿Cómo preparar Patatas aplastadas?
Primero vamos a pelar patatas y zanahorias y las vamos a lavar después para que suelten un poco el almidón.
En una olla, vamos a poner a hervir agua con sal y la cantidad de patatas y zanahoria que consideramos necesaria. Más o menos una patata grande (o dos medianas) por persona. Las tendremos a fuego alto unos veinte minutos,para que se ablanden lo suficiente y no queden demasiado duras.
Añadiremos en los últimos cinco minutos de cocción, las espinacas, preferiblemente frescas (no congeladas) y lavadas. Las espinacas no necesitan tanto tiempo como las patatas o la zanahoria para quedar bien hervidas. Podréis ver que, aunque abultan mucho, en seguida se quedan en menos de la mitad cuando hierven, así que la cantidad de espinacas depende de cuánto te gusten a ti, pudiendo ser bastante generosos.
Después de apagar el fuego y dejar la olla reposando un poco, con cuidado para no quemarnos, vamos a escurrir el agua. Podemos usar un escurridor como los de la pasta o un colador grande.
Picaremos un ajo y media cebolla (o más al gusto) porque en una sartén plana y grande, vamos a poner una cantidad de margarina (o aceite de oliva virgen extra) y vamos a dejar que dore un poco a fuego bajo, cuidando que no se nos queme la cebolla o el ajo, que darían un sabor muy amargo.
Volcamos nuestra verdura hervida en la sartén y la rehogamos con la margarina, cebolla y ajo. Con la ayuda de una cuchara o un tenedor, iremos aplastando la patata haciendo un puré. A lo mejor vemos que, para que ligue mejor todo, nos hace falta añadir más margarina o aceite de oliva. Puedes ir probando a tu gusto.
Después de apagar el fuego y que la patata se haya dorado, la salpimentaremos al gusto (se pueden añadir algunas especias como cominos, perejil…) y colocaremos la mezcla en un molde o vaso y podemos servirlo ya en el plato. ¡Así de buenas quedarán!
¿Con qué podemos acompañarlo?
En este caso, lo presentamos con un poco de pisto, que lleva calabacines, cebolla, tomate y está riquisimo. Cuando mezclas todo, las patatas con el pisto, te queda una comida de chuparte los dedos. Si quieres saber la receta del pisto, simplemente pincha aquí. ¡Ya sabes! Prueba y cuéntanos qué tal te ha quedado. ¡A disfrutar! Mmmm.
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