Esta receta más que un plato, es un acompañamiento. Y seguro que te va a encantar para acompañar pescados y carnes. Está muy bueno y es muy fácil de hacer. Te llevará muy poquito tiempo y dará un toque especial a tus comidas. Sigue leyendo y te cuento cómo se hacen.
¿Cómo preparamos estas patatas?
Pelamos las patatas, las lavamos bien y las cortamos en láminas desiguales, como cuando vamos a hacer tortilla.
Echamos sal a las patatas y después, en una sartén honda con mucho aceite (o freidora) con el aceite caliente, bastante caliente, las pondremos a freír a fuego alto.
Cuando estén fritas, las sacamos y apartamos en un plato con papel de cocina absorvente para que chupe el aceite, pero no queden muy crujientes.
En una sartén plana, con el fuego medio, vamos a poner un par de dientes de ajo picado con un chorrito de aceite. Con cuidado de que no se queme. Después vamos a agregarle 1/3 de vaso de vinagre de vino blanco. Después un poco más de agua, como medio vaso. Enseguida volcaremos las patatas apartadas y dejaremos que se impregne del aliño y se cuezan un poquito.
Lo siguiente será servir con un poco de perejil picado y disfrutar 🙂
¡Qué buenas las patatas al ajillo!
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