Hoy vamos a preparar una receta muy sencilla y no por eso menos saludable. El Romanescu está de moda y hoy vamos a prepararlo gratinado para disfrutarlo de manera rápida en un día de esos que no sabemos bien lo que hacer. Prepárate, porque empezamos.
¿Cómo hervir el Romanescu?
Primero lo lavaremos en agua un poco tibia, para quitarle cualquier impureza que pueda tener, como tierra por ejemplo.
Después lo vamos a cortar en trozos no demasiado pequeños. De este modo, evitaremos que se deshaga mucho cuando esté hirviendo.
En una olla mediana vamos a poner a calentar agua, a fuego alto, y también pondremos un puñadito de sal (al gusto). Cuando el agua empiece a burbujear, volcaremos el romanescu y lo dejaremos hacer, a fuego alto, durante unos diez minutos. Podemos comprobar si está tan tierno como nos gusta o dejarlo un poco más.
Cuando esté a nuestro gusto, lo vamos a escurrir con la ayuda de un escurridor o colador y después lo serviremos en una fuente para horno. En nuestro caso hemos elegido una de cristal. Podemos salpimentarlo un poco, añadiendo pimienta negra molida. Espolvorearemos el queso rallado por encima, tanto cómo nos guste y después hornearemos a temperatura 180ºC (y, si tenemos, en modo grill) durante unos 5 minutos.
¡Y voilá, ya está listo El Romanescu gratinado, toca disfrutar!
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