El postre estrella en Semana Santa y Pascua, ¿verdad? Aunque por qué no lo puedes preparar todo el año. Si fueses como la gente de mi casa, de hecho, deberías aprender a hacerlas porque puede convertirse en algo común casi para cualquier época. Esta receta es perfecta para aprovechar los restos de la barra de pan duro del día anterior. De hecho, esa es la clave. Hay variables: de leche, de vino, con miel… Sólo tienes que tener en cuenta que ligth, lo que se dice light, no son.
A lo mejor te han contado, o has visto por ahí, que no es fácil preparar torrijas, pero no te dejes engañar, eres muy capaz de hacer esta receta si sigues los pasos que te cuento. ¡Sin complicaciones!
Paso a paso
1- Cortaremos la barra de pan en rebanadas. Que sean todas iguales, de unos 2cm de espesor. Es una medida ideal para que queden jugosas y para que no se nos deshagan en el aceite por ser muy finas. Pero tú puedes probar el grosor que más te guste. Te recomiendo pan normal y corriente, de corteza fina, pero aquí tú ya tienes que probar tu gusto y te animo a que combines. Hay varios panes que ya se venden como «para torrijas». Elige tu favorito.
2- En un cazo vamos a infusionar la leche con una rama de canela y la piel de un cítrico. Puedes usar naranja o limón, lo que prefieras. Intenta que sea sólo la ralladura de la piel porque lo blanco puede dar un toque amargo. Añade también 3 ó 4 cucharaditas colmadas de azúcar. No tiene que llegar a hervir, así que tienes que sacar el cazo del fuego justo antes. Quitamos la canela y los trozos de piel con ayuda de una cuchara.
3- En una fuente un poco profunda, colocamos las rebanadas de pan y volcamos la leche empapando bien todo el pan. Dejaremos unos 15 minutos mínimo, para que el pan absorba toda la leche y su sabor.
4- Batimos 1 huevo en un recipiente aparte. Iremos mojando las rebajadas de pan en el huevo y luego las pondremos a freír en una sartén o cazo con aceite bien caliente. Puedes usar aceite de oliva, pero tiene un sabor más fuerte que el aceite de girasol, que es el que te recomendamos. Con un par de minutos por lado, será suficiente. Intenta que el aceite esté limpio, usando una espumadera para cada resto de huevo que quede flotando en el aceite. Si ves que no tuviste suficiente, puedes batir otro huevo.
5- Una vez fritas las rebanadas, mientras se fríen las siguientes, se rebozarán con una mezcla de azúcar y canela en polvo. Puedes usar azúcar moreno si prefieres.
6- Después, puedes rociarlas con leche otra vez, para que queden jugosas. O si lo prefieres, puedes poner un chorrito de vino tinto, o miel, o ambos. Ahora es el momento de que las acompañes con lo que más te guste. Con helado de vainilla o un poco de nata montada. En tu imaginación está el límite.
¡Llama a todos, que es la hora del postre! Toca disfrutar de unas Torrijas caseras de leche. ¡Buen provecho!
Puedes ver otras recetas de aprovechamiento <-aquí.
También más recetas de repostería <-aquí.
¡Feliz lunes de Pascua!
Comentarios
Al publicar un comentario aceptas la Política de privacidad y protección de datos. Todos los comentarios serán revisados y nunca incluirán ningún dato personal. No se recopila ningún tipo de dato del usuario.
Deja una respuesta